El Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha analizado esta mañana, entre otros asuntos de actualidad, la situación del sector y el reciente acuerdo aprobado por la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo relativo al nuevo paquete legislativo del sector vitivinícola.
El consejo sectorial ha valorado positivamente la consideración del Parlamento Europea hacía las bodegas cooperativas. En la propuesta de modificación del llamado “paquete vino” en el Artículo 59 del Reglamento (UE) 2021/2115 relativo a los Planes estratégicos, en marzo la Comisión ya planteaba en las medidas de inversiones en bodegas e innovación, equiparar la ayuda financiera de la Unión al tipo máximo que ahora tienen microempresas y pymes, a las organizaciones de productores reconocidas. Ahora el Parlamento Europeo ha dado un paso adicional y propone equiparar también a las bodegas cooperativas.
Tal y como ha destacado el presidente sectorial, Fernando Ezquerro, “las bodegas cooperativas son el sumatorio de las explotaciones vitícolas de todos sus socios y propietarios, y aportan mayor eficiencia y cohesión a un sector cuyo mayor problema es la baja rentabilidad y la atomización de las explotaciones agrícolas en el mercado”.
Otro aspecto especialmente positivo es la introducción de disposiciones para el etiquetado electrónico, que nos permita acudir a mercados de terceros países con las mismas condiciones que el resto de los competidores en mercados internacionales.
Compartimos contemplar medidas de condicionalidad para no incrementar la producción, después de acceder a medidas de crisis a los mismos beneficiarios. También apoyamos la posibilidad de prorrogar las campañas de promoción en terceros países cada cinco años.
Asimismo, planteamos que el presupuesto no ejecutado en un ejercicio pueda utilizarse en el siguiente para todas las medidas de la Intervención Sectorial Vitivinícola. Aunque se trata de un avance significativo para optimizar los recursos disponibles, este mecanismo no debería limitarse exclusivamente a las medidas de crisis.
No obstante, el Consejo Sectorial ha manifestado su preocupación si se autorizan variedades hibridas, justificadas teóricamente por el cambio climático, que puede generar distorsiones importantes y afectar a la tipicidad de los vinos.
El sector debe proteger la reputación y la calidad de los vinos de la Unión Europea, que constituyen un patrimonio cultural, económico y social único. La vitis labrusca (hibridación con vitis labrusca) es uva de muy inferior calidad respecto a la vitis vinífera, dando vinos que han sido generalmente descartados para vinificación. Además, introducir nuevo material vegetal supone riesgos fitosanitarios significativos y podría propagar enfermedades más graves que las que se pretenden contrarrestar, como pasó en su día con la filoxera que se introdujo en Europa precisamente por la búsqueda de resistencia a enfermedades criptogámicas.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España agradecemos el trabajo de las diputadas y diputados que han apoyado nuestras demandas en la elaboración de este informe, y de manera especial a su ponente, la eurodiputada española Esther Herranz, cuyo compromiso y dedicación han sido determinantes para alcanzar un acuerdo equilibrado en el Parlamento Europeo.
En esta misma línea, trabajaremos activamente para que las tres instituciones europeas logren un acuerdo en el trílogo que pueda alcanzarse antes de final de año, incorporando las mejoras necesarias. El objetivo es aplicar cuanto antes el texto legislativo definitivo y dotar a las bodegas cooperativas de herramientas que refuercen su competitividad y su papel estratégico en el sector vitivinícola.
Cooperativas Agro-alimentarias de España agrupa actualmente a 540 bodegas cooperativas, que representan aproximadamente el 70% de la producción de vino española, constituyendo así el principal motor socioeconómico del medio rural vitivinícola y un pilar estratégico para la vertebración territorial y la sostenibilidad del sector.
