- El agua se sitúa como prioridad política, con la agricultura en el centro de las soluciones apostando por la eficiencia, reutilización, digitalización e innovación.
El pasado 5 de junio, la Comisión Europea presentó la esperada Estrategia de Resiliencia Hídrica, una hoja de ruta para garantizar la seguridad y sostenibilidad del agua frente al cambio climático.
Esta estrategia marca un hito al situar el agua como prioridad política en la Unión Europea, y busca restaurar y proteger el ciclo del agua, impulsar una economía hídrica inteligente y garantizar el acceso equitativo, limpio y asequible al recurso. Para ello, establece objetivos voluntarios como reducir el consumo un 10% para 2030 o multiplicar por seis la reutilización de aguas residuales, actualmente estancada en solo el 2,4%. Para alcanzar estos objetivos se prevé la combinación de financiación pública y privada para la renovación de infraestructuras hídricas, con un impulso destacado del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que destinará 15.000 millones de euros entre 2025 y 2027.
La agricultura, sector clave en la resiliencia hídrica
La Estrategia europea reconoce a la agricultura como un sector estratégico en el uso y la gestión sostenible del agua. Subraya que la seguridad alimentaria en Europa depende directamente de contar con una agricultura capaz de gestionar el agua de forma eficiente y adaptarse al estrés hídrico y plantea una serie de orientaciones clave, como impulsar incentivos económicos que favorezcan la sostenibilidad, fomentar la innovación tecnológica aplicada al uso del agua, establecer un marco normativo claro para la reutilización segura de aguas tratadas y mejorar la coherencia entre las políticas agrícolas y las de gestión del agua.
Esta estrategia no introduce nueva normativa ni recursos financieros adicionales, sino que sirve de hoja de ruta para futuras decisiones. Se apoya en instrumentos financieros ya existentes, como la Política Agrícola Común (PAC), los fondos de desarrollo rural, el mecanismo Next Generation EU, el programa Horizon 2020 y la financiación del BEI.
Esta estrategia puede servir como punto de partida para proporcionar al sector agrícola herramientas concretas —como tecnologías, infraestructuras, marcos normativos y apoyo financiero— que ayuden a adaptarse al estrés hídrico provocado por el cambio climático. Sin embargo, para que tenga un impacto real, se necesita avanzar en actuaciones concretas, contar con financiación suficiente y, sobre todo, con el compromiso y voluntad firme de los Estados miembros.
El Parlamento Europeo aprobó el pasado 7 de mayo una Resolución para contribuir a la elaboración de esta Estrategia, en la que expone el papel importante de la agricultura no sólo como consumidora de agua, que a su vez los transforma en alimentos para todos los ciudadanos, sino como pilar fundamental al que asegurar su suministro para proveer de productos alimentarios a los europeos y generadora de actividad económica y social en las zonas rurales.
La revisión de la PAC el próximo mes de julio será una oportunidad para seguir avanzando en esta línea. Cooperativas Agro-alimentarias continuará trabajando para que las políticas europeas reflejen las necesidades reales del sector agrario y su papel en la sostenibilidad del agua en Europa, instando a todas las administraciones europeas, nacionales y regionales a utilizar todos los instrumentos disponibles en el desarrollo de una estrategia de agua que asegure la viabilidad de nuestros cultivos agrarios.