Loli Calvo es desde el pasado mes de junio presidenta de la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, AMCAE. Es también una de las pocas mujeres que preside una cooperativa en Galicia, después de nueve años al frente de Condes de Albarei, bodega cooperativa que se dedica a la elaboración de vinos de alta calidad al amparo de la DOP Rías Baixas. Ha formado parte del consejo rector de la Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca) de 2017 a 2021, y es presidenta de la Asociación Gallega de Mujeres de Cooperativas Agroalimentarias Nós, As Mulleres, desde su creación en 2020.
En esta entrevista nos cuenta cómo es la situación de las mujeres en sectores como la agricultura y la ganadería, y sus líneas de trabajo en AMCAE, con el objetivo de conseguir una situación más igualitaria para las mujeres.
Dolores Calvo quiere continuar trabajando para visibilizar el papel de la mujer empresaria, directiva, trabajadora y profesional de las cooperativas y para incentivar su participación en los órganos de decisión de sus empresas.
¿Cómo afronta la presidencia de AMCAE, una asociación que se ha convertido en referente en el sector agroalimentario?
Formo parte de la junta directiva de AMCAE y he sido su vicepresidenta desde 2017 y, por tanto, he seguido muy de cerca la trayectoria de la asociación, y ahora afronto su presidencia con mucha responsabilidad. El trabajo de nuestra asociación requiere de implicación y para ello cuento con el apoyo de todas las compañeras de la Junta Directiva y la gran profesionalidad de los equipos técnicos.
Las actividades que hemos realizado durante estos años creo que han sido muy importantes para visibilizar a las mujeres que estamos ya en las cooperativas y para atraer a otras muchas que, si bien forman parte de la cooperativa como socias, no habían dado el paso para participar más activamente en su funcionamiento. Continuaremos con esa labor constante para que las mujeres socias tomen conciencia de lo que pueden hacer y vayan asumiendo cargos en nuestras cooperativas.
¿Cree que las mujeres tienen el suficiente reconocimiento en el sector agroalimentario?
No. Nos queda camino por delante y nos queda involucrar a nuestros compañeros socios para que la participación en las asambleas y la incorporación de mujeres en los consejos se normalice. En cooperativas hemos avanzado, pero no al ritmo deseado. El 28,5% de nuestra base social somos mujeres, en 2018 el 3,6% de las mujeres eran presidentas de una cooperativa y en 2021 (son los últimos datos que disponemos) somos el 4,5%; y en los consejos rectores la participación de mujeres ha pasado de un 6,8% en 2017 a un 9,6% en 2021. Sin duda no son grandes avances, pero lo importante es que hay un incremento ligero y constante cada año. Las cifras reflejan que las actuaciones que llevamos a cabo están contribuyendo a motivar y a generar cambios importantes y decisivos en el seno del cooperativismo agroalimentario español.
¿Qué frena que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en las cooperativas?
El mayor impedimento es el tener que asumir muchas responsabilidades. Las mujeres realizan el trabajo en la explotación, el trabajo doméstico y luego se le suma el cuidado de dependientes, tanto mayores como niños. Esa función de cuidadoras resta tiempo para poder afrontar cargos en un ámbito más público. Hay que mentalizar a la población, no sólo a las mujeres, para evitar estas dificultades, echando mano de la corresponsabilidad.
Por otra parte, hay mujeres que no quieren, por falta de interés, encargarse de esas responsabilidades y otras que sí podrían hacerlo por su disposición y capacitación, pero que se muestran algo inseguras. En el caso de las mujeres de más edad, además, esa faceta pública y de representación parece que se la asignen más a los hombres de nuestro sector, como si esa función no fuera bien vista que correspondiese a las mujeres.
En este sentido, ¿cómo se está luchando para conseguir que las mujeres participen aún más en los órganos de decisión de sus empresas?
Esta es una carrera de fondo, no se puede cambiar la cultura empresarial de un día para otro, y más aún en un sector tan masculinizado y envejecido como el nuestro. Sin duda alguna, las políticas activas en materia de igualdad, tanto autonómicas como de ámbito nacional, han contribuido a fomentar la concienciación en nuestro sector y a impulsar cambios normativos importantes que han facilitado la incorporación de la mujer cooperativista a los órganos de gobierno de las cooperativas.
Vamos paso a paso, tratando de sensibilizar y comunicar que la presencia de más mujeres en cooperativas va a sumar, va a dar una visión complementaria. Las mujeres rurales estamos formadas, somos capaces de liderar proyectos y, por tanto, de empoderar y tener presencia en los órganos de representación y decisión de nuestras cooperativas.
¿Qué papel juega la formación dentro de los objetivos de AMCAE?
La formación ha sido y es fundamental en AMCAE porque es clave para cambiar la cultura de empresa. Gran parte de nuestra actividad se focaliza en ofrecer a nuestras socias actuaciones dirigidas a fomentar el emprendimiento y liderazgo en las empresas cooperativas. En 2022 organizamos 33 actuaciones de distinta tipología para potenciar la participación de mujeres y sensibilizar a los miembros de los consejos rectores, en los que participaron alrededor de 700 personas socias de más de 80 cooperativas.
Pero además de formación, hemos realizado un programa de transferencia de conocimientos y buenas prácticas con cooperativas y organizaciones que nos permitió conocer el papel que la mujer agricultora y ganadera desempeña en el sector cooperativo agroalimentario en Suecia, un país referente en Igualdad de Oportunidades. Y también participamos en proyectos europeos, juntos con otras organizaciones, universidades e instituciones para analizar las barreras de género e impulsar el liderazgo femenino en iniciativas innovadoras en el medio rural.
También hemos trabajado para la puesta en marcha de planes de fomento de la igualdad y códigos de buenas prácticas en las cooperativas socias.
Por último, ¿qué retos tiene AMCAE y las mujeres en general dentro del sector?
El principal es incrementar la presencia de más mujeres en los consejos rectores, para ello seguiremos apostando por la formación a nuestras socias y también por la formación específica en materia de igualdad para todos los órganos y consejos de elección. Una empresa, y las cooperativas los somos, con una buena paridad tiene mejores rendimientos, crecimiento y proyección de futuro.
A nivel del sector es importante avanzar en la titularidad de las explotaciones y sobre todo en el relevo generacional, sin jóvenes, el campo en 20 años desaparece, esto es un hecho y como país hay que establecer políticas que aseguren y fomenten la incorporación de mujeres y hombres al sector que mantengan la actividad económica en nuestros pueblos y la sostenibilidad social. Como sociedad debemos ser conscientes de lo que el sector aporta, disponibilidad de alimentos sanos y seguros y mantenimiento del tejido rural.
Tenemos que cambiar el discurso, dignificar el trabajo agrícola y ganadero desde los hogares, la escuela, las administraciones. No podemos mandar a nuestras hijas e hijos a realizar estudios que nada tienen que ver con el campo y esperar relevo generacional. En este sentido, necesitamos que las administraciones incluyan programas educativos-formativos con opciones directamente enfocadas al trabajo en las explotaciones agroalimentarias.
Y, por último, tenemos que hacer pedagogía y comunicar bien lo que hacemos y lo que somos, poniendo en valor nuestro trabajo.
Esta entrevista aparece publicada en el número 59 de la Revista de Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Sobre AMCAE
AMCAE es la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-alimentarias de España. Durante sus diez años de funcionamiento ha tratado de visibilizar e impulsar la participación de las mujeres en los órganos de decisión de las cooperativas, con el fin de aumentar su representación en los puestos de responsabilidad y decisión. Para ello, realiza actividades específicas para promover la transferencia de conocimientos, compartir buenas prácticas y experiencias, y fomentar el empoderamiento y liderazgo de las mujeres de cooperativas del sector agroalimentario, sin olvidarse de la necesidad de crear nuevas alianzas y redes que potencien el movimiento asociativo de mujeres del ámbito rural.
Además, como asociación representa a unas 300.000 mujeres rurales cooperativistas ante la administración central y autonómica, colabora en el diseño de las políticas relacionadas con su actividad y participa en todos los foros en los que se aborda el asociacionismo de la mujer y las medidas de apoyo para visualizar su papel en el medio rural.
También representa a las mujeres cooperativistas en todos los foros nacionales e internacionales donde se debaten y analizan las políticas que incentivan la participación efectiva de las mujeres en el sector agroalimentario.